El butirato es una molécula con un gran potencial para las personas y los animales. En este primer artículo de una serie de tres, vamos a explicar qué es el butirato y a dar tres buenos motivos por los que es un elemento crucial en la alimentación de las aves de corral y del ganado porcino.
El ácido butírico es un ácido graso de cadena corta que se produce de forma natural en la parte posterior del intestino de los monogástricos y en el rumen de los rumiantes. Tiene la capacidad de activar diversos efectos beneficiosos en el tracto digestivo de las personas y de los animales.
En las personas, el butirato se ha estudiado como una herramienta para la prevención y el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del intestino y del cáncer de colon. En la producción animal, el butirato se añade al pienso para mejorar el desarrollo y mantenimiento del tracto digestivo, lo que resulta crucial para prevenir disfunciones relacionadas con las exposiciones a que se enfrentan los animales. Este uso preventivo se ajusta perfectamente al enfoque actual de la producción animal y la formulación de la dieta.
El ácido butírico es un líquido volátil y corrosivo, con un intenso olor, por lo que raramente se utiliza en esta forma para los piensos animales. Este es uno de los motivos por los que se utilizan derivados del ácido butírico, principalmente las sales (butiratos recubiertos) y glicéridos (butirinas). Las innovaciones desarrolladas a lo largo de los años en los productos de butirato recubiertos han aumentado la precisión de la administración de la molécula, mejorado la estabilidad del producto y reducido su olor.
Hay tres buenas razones por las que es el momento adecuado para empezar a utilizar butirato:
Contar con un aparato digestivo sano (intestino) es importante para que los animales alcancen su potencial máximo de producción, para aumentar la eficacia del pienso y para prevenir las infecciones y enfermedades intestinales. Y esto resulta especialmente importante en el caso de los animales jóvenes, en los que el tracto digestivo es inmaduro y no se pueden digerir bien todos los ingredientes del pienso.
El butirato favorece la salud intestinal de diversos modos, como por ejemplo:
En los animales de granja, es importante contar con un sistema inmunitario fuerte para prevenir las enfermedades (y evitar el uso de antibióticos), para el bienestar animal, y para que los animales alcancen todo su potencial genético. El intestino es el órgano corporal que cuenta con más células del sistema inmunitario (aproximadamente, el 70%), y forma parte de la primera línea de defensa activa contra los patógenos.
El butirato contribuye al sistema inmunitario de diversos modos, como por ejemplo:
En todo el mundo, la seguridad alimentaria interesa cada vez más a los consumidores y las autoridades. Por ejemplo, la Unión Europea ha establecido objetivos muy claros para combatir la Salmonella. Se han promulgado regulaciones estrictas que suponen costes adicionales en programas de control y monitorización para la producción animal.
Los productores ganaderos intentan controlar la carga de Salmonella en las granjas para reducir la contaminación (cruzada) en los mataderos, con lo que se reduce el riesgo para las personas. Además de las medidas en materia de bioseguridad y de los programas de vacunación, los productores utilizan aditivos alimentarios como parte de un programa integral de control.
El butirato ayuda a controlar la Salmonella de diversos modos, como por ejemplo:
El interés y la investigación relativa a la salud intestinal de los animales de granja ha aumentado en los últimos años, debido entre otros motivos a una regulación más estricta sobre el uso de los antibióticos y al establecimiento de los niveles terapéuticos máximos de óxido de zinc en las dietas del ganado porcino. El butirato es capaz de activar diversos mecanismos positivos en el intestino de los monogástricos. Y a su vez, un intestino sano es un requisito previo para mejorar el crecimiento, el rendimiento, la eficacia del pienso y la salud animal.